Cuando la imagen y los gestos hablan
"La verdad es el espejo del alma, ten cuidado con lo que reflejas" y "la verdad se refleja en tu cara", son las frases que acompañan la publicidad de la serie "Lie to me" (en español: Miénteme) emitida por la cadena FOX en el año 2009 y que tenía como argumento el estudio e investigación de las emociones y su relación con la expresión facial realizado por el psicólogo Paul Ekman quien junto con Wallace Friesen están considerados como los pioneros de la Comunicación no Verbal.
¿Y por qué inicio este artículo haciendo alusión a esta serie? Porque las imágenes que utilizaré para analizar la gira internacional de Donald Trump, tienen como protagonista a esos gestos que se producen en la cara cuando una persona, consciente o inconscientemente, oculta un sentimiento. Estos gestos fueron definidos por Ekman como Microexpresiones y se reflejan en las siete emociones básicas que se manifiestan en nuestro rostro cuando las experimentamos y son: felicidad, tristeza, miedo, sorpresa, enfado, asco y desprecio.
Si alguien comunica con los gestos ese es el Presidente de los Estados Unidos de América, Donald Trump, allá donde va, deja claro su posición a través ellos. Su última puesta en escena fue su gira internacional, en donde ha mostrado una comunicación agresiva para unos y una más facilitadora para otros.
Inició su estrategia comunicativa con la canciller Alemana Angela Merkel, a quien ignoró en todo momento durante su encuentro. En esta imagen analizaremos lo que su cuerpo está comunicando sin expresar ni una sola palabra.
La postura de Trump es totalmente cerrada: con la cabeza y la espalada desplazada hacia delante muestra desgana; El tronco recto y la cabeza levemente girada hacia la izquierda evidencia desinterés; las microexpresiones de su rostro reflejan desprecio (el extremo del labio levantado y apretado, solo de un lado de la cara y cero contacto visual).
La Canciller, por su parte, muestra una comunicación asertiva evitando confrontaciones. Con el tronco girado hacia Trump, el cruce de las piernas hacía dentro y los brazos abiertos, está expresando interés, con las palmas de las manos hacía arriba está comunicando que sus intenciones son honestas. Su rostro está relajado con una leve sonrisa y contacto visual permanente.
Sin embargo, Trump mostró un poco más de su comunicación agresiva en su visita a Jerusalén, el pasado lunes 22 de mayo en una reunión bilateral con el primer ministro israelí Benyamin Netanyahu, a quien dejó con la mano extendida al final de la reunión, a pesar de llamarle varias veces.
Con estos gestos Trump está enviando un mensaje claro y es; que no está en la Presidencia para mantener buenas relaciones diplomáticas sino para ejecutar lo que él considera correcto y beneficioso para su país.
Por el contrario, en la reunión con el Papa Francisco se mostró amable y sonriente. Pero el Santo Padre, también tenía su estrategia. Adelantándose a un posible acto de arrogancia e imprudencia de Trump, mostró, a través de su rostro, su enfado (cejas juntas hacía abajo, mirada penetrante y labios apretados). Porque no todos están dispuestos a ser ignorados y ridiculizados públicamente.
En la siguiente imagen con el rey Felipe de Bélgica se ve a un Trump más asertivo. Ambos, con su postura, muestran una actitud abierta y positiva. Con el tronco y las piernas girados en la misma dirección manifiestan un interés recíproco creando un espacio personal entre ellos. El diálogo y el contacto visual es permanente, muy diferente a su postura con Angela Merkel.
Todo comunica y Trump lo sabe. No se le ha olvidado el Protocolo, está siguiendo su propio guion. Ese que ha escrito, con el que ha creado su imperio y es el mismo que le hizo llegar hasta la casa blanca.
Imágenes:
Microexpresiones: http://www.fox.com
Trump/Angela Merlek: www.theaustralian.com
Trump/Benyamin Netanyahu: http://www.eluniversal.com
Trump/Papa Francisco: www.eltelegrafo.com
Trump/Felipe de Bélgica: http://blog_real.blogs.sapo.pt